Estrategia en momentos de incertidumbre | Sector salud | Artículo de Opinión (copia)

Actualmente los actores del sistema de salud en Colombia se encuentran a la expectativa del rumbo que pueda tomar el sector debido a los posibles cambios en la normatividad que rige las reglas de juego.

 Hasta ahora se tiene la expectativa de que sucederá con la propuesta radicada por el gobierno nacional el cual de una manera muy sintética se puede describir de la siguiente forma:

 REFORMA DE LA SALUD

El Gobierno colombiano, liderado por el presidente Gustavo Petro, presentó recientemente una reforma a la salud que ha generado polémica y discusión en el país. El 13 de febrero de 2023 fue presentado ante la Cámara de Representantes el proyecto de ley de Reforma a la Salud que consta de 152 artículos.

 El objetivo de la reforma es transformar el modelo de salud actual para hacer que la salud sea un derecho universal y no un negocio.

Esta reforma tiene varios propósitos, tales como:

-       Implementar un modelo de salud preventiva para los vulnerables y que los recursos públicos sean administrados por el sector público en lugar de por privados

-       Garantizar la calidad de vida de los colombianos y colombianas para cubrir de manera integral todos los factores que influyen en su salud. Desde la satisfacción de sus derechos básicos, pasando por la atención en salud mental, hasta el monitoreo y oportuno diagnóstico de enfermedades.

-       Propone una salud territorializada en la que las familias cuenten con el mismo sistema para todos los miembros. Con esto se busca el cierre de brechas sociales y territoriales para lograr un sistema que beneficie a toda la ciudadanía, sin distinciones sociales, económicas, culturales, regionales.

 Uno de los puntos primordiales de la reforma a la salud es el cambio en las Entidades Promotoras de Salud (EPS) y el pago directo a los hospitales. El Gobierno ha argumentado que muchas EPS son insolventes y tienen déficit financiero, lo cual llevaría a la liquidación de las entidades prestadoras de salud. Actualmente, 16 EPS están en proceso de liquidación, según datos de la Superintendencia de Salud. En el sistema actual, las EPS facturan a la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres) por los servicios de salud que prestan, y la Adres administra todos los recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud. Con ello, la reforma busca cambiar esto, de manera que la Adres pague directamente a las clínicas y hospitales. El cambio supone que el Estado tendría más control sobre los recursos públicos y la prestación de servicios de salud.

 Otro de ellos es sobre los Centros de Atención Primaria (CAP), cuya función no será solamente atender a los pacientes, sino organizar el territorio en un promedio de 25.000 personas por cada uno y distribuidos según el lugar de vivienda o trabajo. De esta forma, los equipos médicos visitarán de manera permanente, rutinaria y constante a las familias de dicho territorio, estén donde estén, para disminuir las causales de la enfermedad, eliminarla si es posible o atenderla aún en un estado primario en donde todavía sea posible salvar la vida. Para ello, la reforma a la salud busca llevar la salud preventiva a los más vulnerables. El Gobierno ha dicho que el actual modelo de salud en Colombia es curativo y no preventivo. Para lograr este objetivo, el Gobierno ha propuesto el desarrollo de una red de centros de salud preventiva y de atención primaria que estén en capacidad de atender las necesidades médicas básicas de la población.

 Otro punto es, que la reforma busca reducir las barreras de acceso a los servicios de salud para las personas más vulnerables. Para solucionar este problema, el Gobierno propone la eliminación de barreras de acceso, como las barreras geográficas, de idioma y de cultura, y la creación de mecanismos que permitan a las personas más vulnerables acceder a los servicios de salud.

 Sin embargo, los objetivos de la reforma no se ven técnicamente sustentados de como se procederá para su logro, lo que ha generado controversia, igual que lo ha hecho la pretensión de la eliminación del aseguramiento.

 Por otro lado, y en respuesta a la situación se han presentado otras propuestas de reforma lideradas por partidos, coalición de estos, los representantes de los usuarios y grupos de médicos.

 Lo importante en estas otras propuestas, es que en las alternativas planteadas hay cambios en la figura de las EPS, más no en su función y mucho menos en eliminarlas, porque se reconoce el avance que ha tenido el país y sus actores en los últimos años desde la puesta en marcha de la ley 100, sobre el fundamento de construir sobre lo construido estas propuestas generan una alternativa que para la opinión de muchos puede resultar mejor y viable.

 También es importante resaltar que hay puntos en común entre las propuestas, por ejemplo, el énfasis de la atención primaria, el énfasis en el territorio y mejorar las condiciones de acceso de las poblaciones dispersas geográficamente.

 Entonces el planteamiento de que hacer en momentos de incertidumbre más allá de quedar expectantes es primero obviamente participar en la discusión y aportar para la construcción de la reforma que mejor se ajuste a las realidades del país y las necesidades de los colombianos, con un sentido de viabilidad en el largo plazo y mejorar los desenlaces en salud.

Pero también continuar con el desarrollo de las instituciones, las cuales no deben atrasar sus planes de crecimiento en infraestructura, ampliación del portafolio de servicios, mejoras en la sistematización de los procesos y en el logro de nuevas negociaciones entre otras, pues el tiempo perdido en mantenerse expectantes serán atrasos que no podrán recuperarse en el futuro.

 Cualquiera que sea el resultado de la reforma y los cambios en las reglas de juego, no alterarán un principio básico y es que la prestación de los servicios de salud es fundamental en los modelos que se definan, y en cuanto a la permanencia del aseguramiento también es claro que es más probable que continue, aunque con algunos cambios pero son tantos los avances en este sentido que es muy difícil que sea eliminado del caso colombiano.

 Por otro lado y desde un punto de vista pesimista, si el aseguramiento fuese eliminado y sustituido por el estado, los mecanismos de pago hacia la prestación deberán quedar definidos, y se surtirán bajo diferentes nombres pero en esencia serán similares, porque es la forma como los recursos bajan hasta la prestación de los servicios.

En conclusión, la mejor manera de abordar la situación actual es permanecer propositivos, activos y en desarrollo, ya sea bajo metodologías de planeación por escenarios, o siguiendo los planes trazados previamente, lo importante es no quedarse únicamente expectantes.

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